martes, 30 de enero de 2007

De suerte que ...

Al bifurcarse los mares, la arena salió de vacaciones.

Por mas de tres semanas no me he encontrado, desde luego en este sitio, porque de haber sabido que existía lo ajeno desde cuando que hubiera aprehendido/rentado por mías todas las calles, los transportes y los poblados más cercanos... Fantasía y teatro se conjungan en los últimos actos, mas caricias y mas caricias. Las entrañas se desgarran, arrojan, acaecen...
La seriedad me sobrepasa, las ideas devienen; soy la idea de muchos materializada, encarnada y sobreactuada hasta pronto sin control. Los 100 años de soledad no me alcanzan. Los besos en ultramar se balancean, las utopias me sonrien y la tranquilidad los sacude con mi peculiar cinismo inaudito, por lo que a lo imposible se refiere pues de ello ni hablar por que el compas giro en 180 grados.
Ya no hay tiempo para extrañar

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